Que viva Victoria…

octubre 6, 2017octubre 6, 2017 Rosa Elena Gonzalez

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Este día el tema era la salida de MARGARITA del PAN, pero en Victoria hay cosas más importantes que recordar, mencionar y celebrar, así es que la esposa de FELIPE CALDERON puede esperar.

Porque hoy en Ciudad Victoria estamos de fiesta, la orgullosa capital tamaulipeca cumple 267 años y para los que amamos esta tierra no hay nada más importante que este día merezca mención.

Ya son 267 años los que cumple mi Victoria del alma, ya no es tan joven, el paso de los años han dejado huella imborrable en su ser, su rostro muestra la madurez que da el tiempo, pero su alma, su escancia es jovial por eso sigue siendo de Tamaulipas la flor consentida a la que se le escribe con el corazón.

Sus hijos de nacimiento o por adopción, los que le sentimos nuestra, quisiéramos que siguiera con tu misma escancia, con el avance del progreso sí, pero con la tranquilidad que le caracterizaba.

Porque se añoran los tiempos pasados pero se suspira por el futuro en donde las nuevas generaciones corran con libertad sus parques, disfruten un atardecer en sus plazas, caminen despacio por sus avenidas, escuchen el trino de las aves y se refugien bajo la sobra de los árboles, pero también deseamos verle crecer, curarse las heridas que le han dejado por el desamor de los que no le sienten suya, de los que no viven sus sueños, no sienten su dolor.

Cierto es que hay progreso pero que también mucho han lastimado a mi querida Victoria, aun así su nobleza es tanta que no hay espacio para el rencor, menos hoy, este día es de festejo.

Las cosas han cambiado, se ha perdido tranquilidad, pero esta bella ciudad tiene una gran valía, su gente buena y trabajadora que a pesar de sus vicisitudes día a día se esfuerza para que nuestra ciudad recupere el símbolo que nos distinguió por años, de una ciudad bella, tranquila, amable.

Que Victoria, que viva su gente, su progreso, sus usos, costumbres y todo lo bueno que una sociedad tiene derecho a disfrutar.

Con todo y sus cambios Victoria sigue siendo tierra de pasiones, de guapango, de guitarras que cantan a mujeres que inspiran, donde no hay alarde de ser valentón porque acá la gente de esta región es puro corazón.

La canción dice que tras la montaña se encuentra escondida, ojala ya no permaneciera oculta, como si se avergonzara de sus últimos pasajes donde se ha sentido humillada, su cuerpo ultrajado, su esencia destrozada, su alma mancillada.

Es de Tamaulipas la flor consentida y se le canta con el corazón, con la ilusión de que ante las adversidades salga airosa a gritarle al mundo que es dueña de sí misma, que puede caminar libre, correr con su historia, elevar al cielo su victoria, que su gente cante con orgullo QUE VIVA VICTORIA… POR SIEMPRE GLORIOSA.

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