Batalla perdida…

mayo 4, 2024 Rosa Elena Gonzalez

No, no crea que nos referimos a la batalla electoral en la que los encampañados andan prometiendo hasta las perlas de la virgen, no, ahí, todavía no hay ganador, nadie se puede proclamar ganador o ganadora hasta que cuenten los votos, quizá haya una favorita o favorito, alguien que la mayoría cree que va a ganar, pero a estas alturas realmente no hay nada para nadie.

Falta para el 2 de junio, ese día será cuando se ganen y pierdan batallas electorales, y más allá de triunfadores o perdedores, sea del color que sea, lo que se espera es que al final gane México, gane el pueblo porque ya son muchas batallas perdidas para los de a pie que no ven una.

Mencionamos lo anterior porque mañana es 5 de mayo, los mexicanos celebraremos un hecho histórico, se conmemora un año más de la heroica Batalla de Puebla que llenó de honor y gloria a la Patria.

Se celebra la gesta heroica cuando las armas se vistieron de gloria, sin duda, pero hoy ya no se quiere que se derrame más sangre, se requiere y se exige paz, seguridad, estabilidad social, obvio, le hablamos de que en estos tiempos esa es la batalla que vive el pueblo mexicano y parece que cada vez está más perdida.

Desgraciadamente en este México lindo el pueblo no ha ganado la batalla a la inseguridad, las armas de los buenos aún no se visten de gloria y siguen en las calles empuñadas por manos guiadas o guiadas a distancia por la ambición de personajes que no sienten el dolor de la gente que está en completa indefensión.

Triste es ver que el valor solo está en el pueblo, ese que valientemente sale a la calle encomendándose a DIOS, a buscar el sustento para sus familias sin tener la certeza, por lo menos, de que regresará con bien a su casa, pero, además, porque le faltan armas para enfrentar los problemas.

Sí, en México hacen falta verdaderos líderes sociales que empuñen el arma de la justicia, que con valor acaben con los intereses mezquinos que solo benefician a unos cuantos, nuestra lucha también se trata de encontrar quien guíe al pueblo para que poco a poco vaya ganando la batalla de la crisis, el hambre, el desempleo, la inseguridad, la polarización.

Seguro es que será una mujer la que dirija los destinos de este país a partir de octubre, ojalá tenga la capacidad para atacar los problemas que se tienen en este México lindo y querido, pero para ello se requiere que el pueblo elija bien, no a la mejor porque no hay, pero si a la menos peor.

Es necesario que quien gobierne este país guíe a sus ejércitos de hombres y mujeres, no a guerras de unos contra otros sino a enfrentar los problemas, que el pueblo tenga la certeza que tiene respaldo, que no le dejarán solo, que todos van en un mismo sentido, que se privilegiará el bienestar común y se le ganará terreno a la inseguridad, solo así México comenzará a ganar las batallas, más las que laceran la dignidad, matan ilusiones y entierran esperanzas de muchos mexicanos.

Lamentable es ver que en nuestro país no se lucha contra enemigos extranjeros, se pierde la batalla con el enemigo que se tiene en casa, ese que el desinterés oficial, la impunidad y corrupción, de muchos sexenios, ha permitido que crezca y gane cada vez más terreno.

Hace muchos años, el 5 de mayo de 1862 para ser exactos, un ejército de mexicanos con más valor, amor a su patria y compromiso social que armas, se enfrentó a un sanguinario batallón que le superaba en número y poder de destrucción, el francés, y le ganó porque IGNACIO ZARAGOZA, en la Batalla de Puebla, supo dirigir a mexicanos que iban sin más protección que machetes, piedras y palos, eso sí, con mucho valor para enfrentar al enemigo que osaba invadir la Patria.

Hoy México sigue enfrentando batallas que no son fácil de ganar porque no se pueden librar obstáculos y salir avante en la lucha si no se tienen verdaderos guías que vean más por el bienestar de los mexicanos en general que por los intereses personales o políticos, en todos los tiempos quienes han dirigido los destinos de la nación parecía protegen al enemigo que vive en México y solo disimularon enfrentarlo.

En lugar de tratar de terminar con los que generan violencia, pobreza y desigualdad, pareciera que las altas luminarias del poder solo qusieron acabar con los mexicanos asestándoles duros golpes a su económica, desestabilizando todo, ya de la inseguridad a lo largo y ancho del país mejor ni hablamos, porque ya no se sabe quiénes son los malos y quiénes son los buenos.

La batalla que México pierde día a día es la tranquilidad de su gente, la confianza en los gobernantes, los valores, el amor a la Patria, el compromiso social, la solidaridad, esa es la verdad.

Es triste ver como el país se cae a pedazos, se desangra porque los intereses de grupos políticos o personales de las altas luminarias del poder son más fuertes que el interés por el bien común.

Ojalá un día, no muy lejano, todos los mexicanos se unieran por el bien de la patria, de su gente, de las nuevas generaciones que merecen un México mejor, que se armaran ejércitos con arsenales de ideas que salgan a derrotar al enemigo, que en lugar de sangre se derramen beneficios sociales, que la gente con el poder de su voz y la razón pelee por lo que se necesita, que no se requiera que llegue la batalla electoral para que el pueblo saque su coraje y empuñe su poderosa arma, que no es otra cosa que el bolígrafo en la casilla, con el que puede matar la indiferencia de unos o dar vida a los sueños de otros.

En fin, la situación es que los mexicanos, mañana 5 de mayo, celebramos la Batalla de Puebla, pero a lo largo y ancho del territorio nacional el pueblo seguirá luchando por ganar batallas que parecen perdidas como son la inseguridad, desempleo, desigualdad.

En un día como mañana hasta los discursos sobran si no se reflejan en hechos, porque, como dijera LUIS DONALDO COLOSIO MURRIETA, el pueblo tiene hambre y sed de justicia social y siente la batalla perdida.

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